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springall + mk, de la inspiración a la trascendencia

Conversamos en exclusiva con los arquitectos Billy Springall y Pedre Muñoz Kuri sobre sus motivaciones, los desafíos del diseño sostenible y el futuro del urbanismo.

Por: Fernanda Kuri

Ya sea que tratemos de literatura, música o artes plásticas, el hecho de que la inspiración haya sido considerada como un delirio divino —o demoniaco— es casi una constante en la historia.

Las religiones han visto en ella un fenómeno de posesión: el entusiasta es, según la etimología, aquel que tiene un dios en sí, y fueron las musas, en la mitología grecorromana, las encargadas de proporcionar, y aun de dictar al inspirado, la sustancia de su obra.

Quizás por su carácter funcional y utilitario, la arquitectura queda exenta del frenesí poético. Para Billy Springall, fundador del exitoso despacho de arquitectura springall+mk, y su socio Pedre Muñoz Kuri, la inspiración no es lo primero que surge cuando llevan a cabo un diseño:

Primero viene el análisis, la sensibilización al sitio, al problema, al clima y al contexto general, local e histórico”, cuenta Springall.

.

A través de este proceso de irnos informando y empapando de todo lo que podemos alrededor de un proyecto, comienzan a surgir las primeras imágenes. Luego estas imágenes se relacionan con otras cosas, a veces con otros edificios que nos han impactado o con metáforas.

Por ejemplo, el proyecto de Liverpool de Galerías Toluca —que es una forma blanda, cálida, curva y torcida— es, en realidad, una metáfora de un nido, pero eso surge por el contraste con el lugar. Es decir, no es una imagen.

No es como que el cliente te llama y te dice: Oye, quiero que hagas tal cosa e inmediatamente llega la inspiración. La inspiración y las referencias vienen del trabajo, de la propia evolución de la idea que surge en un papel en blanco —tratamos de que sea en blanco— y después va tomando su propia personalidad, su propia vida”.

A springall + mk
lo caracteriza
el rigor analítico
y metodológico.

En una postura bastante orgánica, los arquitectos se basan en la información y los datos para crear formas que se adaptan al entorno y no a la inversa. Consideran distintas ópticas además de la propia —la del usuario, el cliente, el sitio y la historia— que resultan en obras más completas y pertinentes.

De ahí su interés y énfasis en la sostenibilidad de sus proyectos.

Parte de lo que estamos construyendo en este momento, tanto como despacho como de manera individual —reflexiona Springall—, es un acercamiento cada vez más intenso a la ciudad como colectivo y como una de las construcciones humanas más complejas, en donde va a devenir buena parte del problema del calentamiento global, la inequidad y la polarización social”.

Sobre el desafío de hacer arquitectura sostenible en nuestro país, Springall señala que es un asunto de responsabilidad y eficiencia. “Uno de los retos que enfrenta el acercamiento ecológico en la arquitectura es que sea también sostenible económicamente.

[En el estudio]
buscamos vencer la resistencia
intentando que
las acciones ecológicas

sean económicamente
atractivas y justificables
—explica—.

Pero más vale que, como humanidad, nos pongamos las pilas y entendamos que nuestra supervivencia depende de las acciones que realizamos todos los días”.

La veloz propagación de la COVID-19 ha obligado a la comunidad del diseño a reevaluar el trabajo de sus vidas y lo que podría significar crear para un mundo que jamás será el mismo, especialmente cuando se trata de volver a reunirse y ocupar espacios públicos como aeropuertos, hoteles, hospitales y gimnasios.

Muñoz Kuri apunta hacia edificios más saludables, que contribuyan a mantener la distancia mientras, paradójicamente, acercan a las personas.

Por su parte, Springall pronostica el reciclamiento de los edificios de oficinas, consecuencia del teletrabajo, y la fragmentación de los grandes corporativos.

En vez de concentrar a miles de empleados en un solo inmueble, las empresas apostarán por distribuir células a través de la ciudad que les permitan aproximarse a su fuerza de trabajo, modificando la centralidad de la metrópoli y, por consiguiente, la movilidad.

En ese sentido, Muñoz Kuri señala la bicicleta como un medio de transporte y ocio que ha prevalecido durante la pandemia y que resulta transformador en la relación de los urbanitas con su hábitat. Ciertamente, es momento de estrechar lazos.

| Sus herramientas de trabajo indispensables

Ambos: Lápiz, papel, computadora y pizarrón.

| La fuente de inspiración más sorprendente

Billy: La ciudad.

Pedre: La noche.

| Un diseño que lleva tiempo escondido en el cajón

Ambos: ¡Muchos! Y va creciendo ese cajón.

| Un color, un material y una forma

Billy: Negro, concreto y rectángulo.

Pedre: Azul, madera y triángulo.

| Líneas rectas o curvas

Pedre: ¡Depende!

Billy: Para la arquitectura, a veces curvas y a veces rectas. Para las personas, mejor curvas que rectas.

Pedre: ¿Y para la vida? También, ¿no?

Billy: Curvas, sin duda.

Billy Springall ha practicado sin pausa desde 1988, recientemente a través de springall + mk. Pedre Muñoz Kuri se unió en 2016 y se convirtió en socio en 2018.

La firma tiene más de 30 años de experiencia en la producción de arquitectura contemporánea y ecológica de alta calidad.

Ha sido reconocido con premios, menciones, exposiciones, publicaciones y conferencias en varios países.

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