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La buena vida

Minimalismo, cuando menos es más

Es buen ejercicio quitarnos de encima los apegos, en especial, cuando su carga es tan grande que nos hace daño. Cuando un mueble ya cumplió su función, hay que donarlo. Si tienes los espacios atiborrados, lo mejor es despejarlos. Y es que menos es más, en casi todos los sentidos.

Hablemos del minimalismo, tema que hoy nos ocupa. Según la Real Academia Española, se define como una tendencia estética e intelectual, que busca la expresión de lo esencial, eliminando lo superfluo.

Llevando el término a la decoración de interiores, se trata de reinventar los espacios que ya tenemos y que no disfrutamos, porque estamos más concentrados en llenarlos que en vivirlos.

¿Suena complejo?

No lo es.

Francine Jay, más conocida como Miss Minimalist y autora del libro Menos es Más, asegura que el primer paso para practicar el desapego en nuestro hogar es clasificar todos los objetos que tenemos en tres grandes grupos:

Trasto

Tirar todo lo roto, lo que no se puede arreglar, que no le vaya a servir a nadie y consideremos basura.

Traspaso

Si hay algo que tú no puedas o quieras usar, es posible que para otra persona sí sea de utilidad. Es importante hacernos responsables del ciclo vital de los artículos que adquirimos, incluida su correcta eliminación.

Tesoro

Son las cosas que sí vas a conservar porque de verdad aprecias. Ahora bien, si hay algo que no usas hace más de un año, no debería estar dentro de este grupo. Aquí es imprescindible desechar la idea de “podría necesitarlo”.

Según los expertos, lo mejor es empezar poco a poco y no pretender arreglar la casa entera al mismo tiempo. Un cuarto a la vez (tu recámara es buena idea). Cuando este sea tu oasis de paz, inspírate para seguir con el siguiente.

Si realmente deseas que tu casa sea minimalista, limpia las paredes (de polvo y de lo que colgaste en ellas durante años). No hablamos, claro está, de los cuadros que realmente te gustan. Pero estamos seguros de que hay saturación innecesaria. Con respecto a los tonos, prefiere siempre los claros y neutros. Dan sensación de limpieza, espacio, aportan luz y ayuda al descanso visual.

Algo que agradecerás una vez terminado el proceso, es que todo lo que buscas lo encontrarás pronto. ¡Cuánto tiempo perdemos buscando cosas que no sabemos dónde quedaron! Te sentirás con ganas de recibir visitas y tendrás la mente clara de qué comprar para complementar (un cojín, una cobijita sabrosa para que cuando llegue el invierno viva en tu sofá, un florero para tener siempre rosas naturales).

Algunos tips extras

  • Mantén el orden
  • Aprovecha al máximo la luz natural
  • En el baño, usa elementos de cristal
  • Si tienes jardín, cuida el tamaño del pasto. En la casa, usa pocas plantas y cuídalas
  • Cuando compres algo, sustitúyelo por otra cosa que ya tenías
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